Lo que Pablo enfatiza es que él no ha introducido una nueva religión. Esencialmente lo que ahora cree es lo que Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Isaías y todos los antepasados piadosos también creyeron. La conciencia de Pablo es pura. El prisionero goza de paz en el corazón y en la mente.
Saludo y acción de gracias
2 Timoteo 1:1-2. “Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús, 2a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro.” (R-V ’60)
El Evangelio trae comunión con Dios y comunión entre los hijos de Dios. Hubo cariño entre hermanos que ni siquiera se habían visto. Era costumbre intercambiar las cartas entre todas las iglesias de la región (Colosenses 4:16). Se nota un profundo amor entre los apóstoles y los destinatarios de las cartas. Apodaban a los receptores de sus cartas según las grandes verdades que predicaban: «elegidos» (1 Pedro 1:1), «guardados», «llamados» (Judas 1:1), «santos y fieles» (Colosenses 1:2; Efesios 1:1), y «amados» (Romanos 1:7).
Los apóstoles establecían su autoridad en los saludos de las cartas, llamándose «apóstoles» y «siervos» de Cristo. Un discípulo es el aprendiz o alumno de un maestro, en este caso, de Jesucristo. Los apóstoles fueron los hombres escogidos por Jesucristo y que anduvieron con él y que después fueron los enviados a predicar el Evangelio a todo el mundo. Éstos fueron los que recibieron la gran encomienda del Señor Jesús.
Inicialmente, uno de los requisitos que debía cumplir el reemplazante de Judas entre los doce (Hechos 1:21-22) fue el de ser testigo ocular no sólo del Jesús resucitado sino también del ministerio de Jesús desde su bautismo. El apostolado de Pablo fue “por la voluntad de Dios” (1 Corintios 1:1; 2 Corintios 1:1; Efesios 1:1 y Colosenses 1:1).
“según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús,” ¡Pero es condenado a muerte! Vea 2 Timoteo 1:7 y la referencia a Mateo 6:13 en 2 Timoteo 4:18. Tenemos la esperanza de la resurrección (Juan 5:29) y la inmortalidad (2 Timoteo 1.10), pues la vida es eterna según el plan de Dios.
“Gracia, misericordia y paz”. Los saludos de las cartas definen el más profundo deseo de bienestar de los apóstoles hacia los creyentes, resumido en pocas palabras. Por lo menos una docena de veces los apóstoles pronuncian la bendición de “gracia” sobre los cristianos. Enseñaban que la gracia de Dios realmente resumía el Evangelio.
- La gracia habla del infinito y abundante favor de Dios que está cimentado únicamente en su amor.
- La misericordia sugiere el constante deseo y la prontitud de Dios para perdonar.
- La paz habla del estado del creyente que está reconciliado con Dios por medio de Cristo.
Las palabras tienen su origen en Dios el Padre, y han sido obtenidos para el creyente por medio de la revelación de Cristo Jesús, su Señor. En ningún lugar, salvo en sus cartas a Timoteo, Pablo usa en sus salutaciones los tres sustantivos (Vea las diferentes traducciones de Tito 1:4).
¿Por qué Pablo inserta “misericordia” entre “gracia” y “paz”? La probable respuesta está en Filipenses 2:27 donde Pablo es consolado por la visita de Epafrodito después de una grave enfermedad. Pablo considera la recuperación de Epafrodito como una misericordia doble porque él mismo fue salvado de: “No tuviera tristeza sobre tristeza.” Timoteo ya tenía la responsabilidad de cuidar a la iglesia de Dios. Estaba en una situación difícil. Se enfrentaba con problemas que eran una prueba demasiado grande.
“Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro.” No iremos lejos en el estudio hasta que lleguemos a la defensa de la doctrina trinitaria:
“Con esta frase se da énfasis a la fuente de estas bendiciones. Todo viene de Dios por medio de Jesucristo (Efesios 1:3)…” “El pobre Modernista, el que niega la deidad de Jesús de Nazaret, ¡no tiene nada de parte de Dios!”
Según los trinitarios, la palabra «deidad» significa la cualidad o condición de ser Dios, poseer los atributos de Dios los cuales son: eternidad, inmutabilidad, omnipotencia (es el Creador y Sustentador del universo), omnisciencia, omnipresencia, perdona pecados, es adorado, perfecta santidad, perfecto amor y otras perfecciones. Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo poseen los atributos divinos y no hay otro ser que los posean.
Es suficiente, y completamente bíblico, creer que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Dios es la fuente de todas las bendiciones de la salvación y Jesucristo es el mediador por lo cual todas son otorgadas. Nosotros no creemos que Jesús fue “sólo un buen hombre” o uno de la serie de profetas. Nuestra fe está puesta en él como el agente escogido y sin pecado del único Dios para la salvación de hombres y mujeres en todas partes. A María el ángel le dijo: “el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35).
¿Dónde reside la diferencia de opinión?
1 Timoteo 1:2 “a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.”
2 Timoteo 1:2 “a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor.”
Τιμοθέῳ ἀγαπητῷ τέκνῳ: χάρις, ἔλεος, εἰρήνη ἀπὸ θεοῦ πατρὸς καὶ ΧριστοῦἸησοῦ τοῦ κυρίου ἡμῶν.
En estos versículos hay dos sustantivos conectados por kai («y») pero sin el artículo definido. Es completamente correcto llamar a Dios “nuestro Salvador”. Y como para Pablo Dios siempre salva por medio de Cristo. 1 Timoteo 1:1 también es un preludio adecuado para 1 Timoteo 1:15: “Cristo Jesús vino al mundo a salvar pecadores”.
Si Pablo o cualquier otro escritor bíblico, cada vez que saludaban o exhortaban a los cristianos primitivos, querían dar a entender que Dios el Padre, y Jesucristo eran una misma persona, probablemente lo habrían dicho con claridad absoluta, sin ambigüedades.
En el libro The Expositor’s Greek Testament, el Dr. N. J. D. White comenta: “El argumento basado en la gramática. . . es demasiado ligero para aguantar mucho peso, especialmente cuando tomamos en cuenta no solo la omisión general del artículo en estas epístolas, sino también la ausencia de éste antes de ‘Salvador’ en 1 Timoteo 1:1; 4:10.” Y el Dr. Alford recalca que en otros pasajes donde Pablo usa expresiones como “Dios nuestro Salvador” él definitivamente no se refiere a Jesús, porque “se hace muy clara distinción entre el Padre y el Hijo.” (1 Timoteo 1:1; 2:3-5) Esto está de acuerdo con la enseñanza general de la Biblia de que Jesús es el Hijo nacido y que no es igual a su Padre (Juan 14:28; 1 Corintios 11:3).
El problema estriba en que unas traducciones bíblicas mencionan al ‘gran Dios y salvador nuestro Jesucristo’, en el que parece que está tratando de identificar a un solo personaje, y otras mencionan al ‘gran Dios y del salvador nuestro, Cristo Jesús’, haciendo una evidente distinción entre los dos. ¿La clave? La introducción de la preposición «del» en uno y la ausencia en el otro. Del mismo tema consideremos otras dos referencias:
Tito 2:13 “mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.”
2 Pedro 1:1 “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra.”
En esta ocasión, nos encontramos con dos sustantivos conectados por kai («y»), el primer sustantivo precedido por el artículo definido tou («del») y el segundo sustantivo sin el articulo definido. Esto es posible en el idioma griego y es por eso que en la Biblia hay ejemplos de esta construcción en el texto griego en Hechos 13:50; 15:22; Efesios 5:5; 2Tesalonicenses 1:12; 1Timoteo 5:21; 6:13; 2Timoteo 4:1.
2 Timoteo 1:3-5. “Doy gracias a Dios”
Expresiones diferentes que tienen que ver con “la memoria”.
v. 3 “…me acuerdo” (griego: mneia)
v. 4 “…al acordarme”(griego: mnaomai) Pablo lleva a Timoteo constantemente en sus oraciones.
v. 5 “…trayendo a la memoria” (griego: hupomnesis) para hacer ver a Timoteo la fe sincera de su familia.
v. 6 “…te aconsejo (te vuelvo a recordar)” (griego: <anamimnesko – ana + mneia) para recordarle a Timoteo sobre su llamado y ordenación para el ministerio.
Sentado en la sombría celda y enfrentado con la muerte, lejos de quejarse, como muchos lo habrían hecho en condiciones similares, Pablo medita sobre las bendiciones pasadas y presentes, y desea sinceramente expresar su gratitud.
Es típico del Apóstol asegurar a sus lectores que constantemente ora por ellos. Puede parecer algo exagerado que lo haga día y noche, pero en Hechos 20:31 se da una afirmación similar.
No se puede negar la importancia que Pablo asigna a la oración. ¿Y nosotros? Incluido en su acción de gracias hay un recuerdo de las lágrimas de Timoteo y de su fe sincera. Donde hay emociones fuertes, las lágrimas y el gozo pueden existir conjuntamente.
La “fe no fingida” (v. 5)
La expresión “fe no fingida” aparece dos veces en las epístolas de Pablo a Timoteo.
- La fe de Pablo: 1 Timoteo 1:5 “Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida.”
- La fe de Timoteo y su familia: 2 Timoteo 1:5 “Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.”
Puede entenderse también como “fe genuina”, “fe verdadera”, en contraste con la fe “aparente” o “hipócrita”.
La “fe fingida” no produce ningún cambio real en la manera de vivir. La fe fingida hace promesas, intentos, pero no produce ningún cambio de vida real. Como no hay un nuevo nacimiento, se trata del mismo hombre viejo que trata de enmendarse. El creyente genuino, en cambio, puede comprobar en sí mismo una nueva manera de ver la vida, de ver el mundo. Se da cuenta que el mundo está caminando en sentido equivocado, y él sabe que no pertenece al mundo. Su manera de pensar ha experimentado un cambio radical.
Fe y creencia
La abuela Loida y la madre Eunice de Timoteo estuvieron comprometidas en la formación del carácter de este. Pablo habla de la “fe que habitó en Loida y tu madre y dice también “estoy seguro que en ti también”. “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”; 2 Corintios 6:16, “Habitaré y andaré entre ellos”. Esta clase de fe no es, pues, una cosa pasajera, sino que habita o mora en el corazón como residente permanente. La fe que Pablo encontró en Timoteo estuvo cultivada por la dedicación y devoción de su madre. Nos enseña de la importancia de la transmisión de la Palabra en los primeros días de la niñez y de la juventud.
“La fe ocupa un lugar sumamente prominente en el Nuevo Testamento. El sustantivo griego pistis (fe) y el verbo pisteuo (Yo tengo fe. Yo creo.) Se parecen más de 240 veces, mientras que el adjetivo aparece 67 veces.”
2Nuevo Diccionario Bíblico Certeza
2 Timoteo 1:6. Timoteo tenía que “avivar el fuego del don divino”, rechazar la cobardía y la vergüenza y aceptar las experiencias difíciles del ministerio. Usa una metáfora tomada del hecho de avivar las brasas de un fuego que se está apagando para estimular a Timoteo a que desarrolle su don.
¿Cuál era, pues, el don que Timoteo recibió? Este don estaba claramente conectado con el Espíritu Santo, tal como lo muestra en 2 Timoteo 1:14, y que, por lo tanto, era más que un talento natural. La Biblia no específica el don que Timoteo recibió, pero tuvo que ver con la enseñanza de la sana doctrina y la edificación de los creyentes.
Es de notar que aun contando con un don del Espíritu Santo es necesaria cierta cooperación humana para mantener inflamada la llama (Vea 1 Corintios 14:32). El Espíritu no cambia a un hombre tímido en uno de personalidad poderosa, pero provee los recursos necesarios para cada situación. (1 Corintios 12:8-10 Este texto da una lista de nueve dones del Espíritu Santo.)
Pablo, habiendo seleccionado el verbo más suave, aconseja a Timoteo que “avive el fuego” del don divino de la ordenación. La llama no se había apagado, pero estaba muy débil (¿?) y había que avivarla para que fuese una llama viva. Los tiempos eran difíciles. Timoteo debía tomar el cargo en el punto en el que Pablo lo dejaba.
“…por la imposición de manos.”
Pedro y Juan fueron enviados a Samaria como testigos para abrir el evangelio glorioso a los samaritanos (Hechos 8:14). Ese es, por lo menos parcialmente, el significado del la “imposición de los manos” para recibir el Espíritu. En el Nuevo Testamento el don se trasmitía sólo por la imposición de manos (Hechos 8:17; 19:6), pero parece que el don literal de imposición de manos no podía retransmitirse a terceros (Hechos 8:19). Así que cuando murieron los apóstoles no había nadie que pudiera trasmitir los dones del Espíritu, y finalmente aquellos que habían recibido el don de parte de los apóstoles, también murieron.
Explica Unger “Ese privilegio fue usado por última vez para abrir la puerta del evangelio a los gentiles (Hechos 10:1-48). Debe notarse que ese privilegio no llevaba consigo ninguna de las prerrogativas papales reclamadas por la Iglesia Católica Romana. El privilegio estaba confinado a la introducción inicial del mensaje del evangelio de la gracia de Dios basada en la completa redención para los distintos grupos étnicos judíos, samaritanos y gentiles.”
3Unger, pág. 45.
¿Cuál es la diferencia entre un talento y un don espiritual?
Existen similitudes y diferencias entre talentos y dones espirituales. Ambos son regalos de Dios. Ambos incrementan su efectividad con el uso. Ambos son para ser usados en beneficio de otros, no para propósitos egoístas. 1 Corintios 12:7 dice que los dones espirituales son dotados para edificar a otros… no a uno mismo. Así como los dos grandes mandamientos tratan de amar a Dios y a los demás, consecuentemente, uno debe usar sus talentos para ese propósito.
Pero los talentos y dones espirituales difieren en a quién fueron dados y cuándo. A una persona (sin importar su creencia en Dios o en Cristo), le es dado un talento natural como resultado de una combinación genética (algunos tienen una habilidad natural para la música, arte, o matemáticas) y su medio ambiente (crecer en una familia musical lo ayudará a uno a desarrollar un talento por la música), o porque Dios deseó dotar a ciertos individuos con ciertos talentos (por ejemplo, a Bazeleel en Éxodo 31:1-6).
Mientras que con frecuencia uno puede desarrollar sus talentos y más tarde dirigir su profesión o pasatiempos alrededor de ellos, los dones espirituales fueron dados por el Espíritu Santo para edificar a la iglesia de Cristo. En ello, todos los cristianos deben formar una parte activa en la expansión del Evangelio de Cristo.
(1) Un talento es el resultado de genética y/o de entrenamiento, mientras que un don espiritual es el resultado del poder del Espíritu Santo.
(2) Un talento puede ser poseído por cualquiera, cristiano o no cristiano, mientras que los dones espirituales solo son poseídos por cristianos.
(3) Los talentos como los dones espirituales deben ser usados para la gloria de Dios y para ministrar a otros, los dones espirituales están enfocados en estas tareas, mientras que los talentos pueden ser usados enteramente para propósitos no espirituales.
2 Timoteo 1:7. “porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía (griego: deilia), sino de poder, de amor y de dominio propio.”
El uso de esta palabra y la relación de aquellas es muy escasa en el Nuevo Testamento (deilia 1 vez; deiliaO 1vez; deilos 3 veces Mateo 8:26; Marcos 4:40; Apocalipsis 21:8). Otra palabra (griego: phobos) se encuentra muchas veces en el Nuevo Testamento (Mateo 14:26) significa miedo patológico, aversión o rechazo fuerte.
¿Qué pasa con Timoteo?
- Estaba limitado por frecuentes sufrimientos físicos (1 Timoteo 5:23).
- ¿Era tímido? (1Corintios 16:10).
- En un sentido era “joven” (1 Timoteo 4:12; 2 Timoteo 2:22).
- Los efesios que seguían el error, sus oponentes, eran muy decididos (1 Timoteo 1:3–7, 19, 20; 4:6, 7; 6:3–10; 2 Timoteo 2:14–19, 23).
- Los creyentes eran perseguidos por el estado. Piénsese en Pablo (1 Timoteo 4:6).
2 Timoteo 1:7. “porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (griego: sophronismos)”.
Es la única vez que se encuentra esta palabra en el Nuevo Testamento. También puede traducirse “buen juicio”, “disciplina personal”, “autocontrol” o la
disposición de una mente sana en acción.
4Reina-Valera 1995 Edición de Estudio
Otras palabras relacionadas están en 1 Timoteo 2:9 “con modestia”; Tito 2:2-5 “prudente”. En otras palabras nos da la idea de un siervo responsable. Es “una persona capaz de dirigir a otros porque ella misma es antes de nada sierva de Cristo y dueña de sí misma.”
5Barclay, pág.174
La persona con “dominio propio entiende y percibe “el alto riesgo del discipulado”. Conoce su costo y está listo para el desafío.
6Taylor, pág. 127.
2 Timoteo 2:8, 12, 16. El “evangelio” es poderoso, no avergonzarse.
En la epístola a los Romanos está un pasaje en el cual Pablo explica la importancia del evangelio para la salvación y para la vida:
«Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.» (Romanos 1:16-17.)
Pablo dice que el evangelio es poderoso. “Poder” es una traducción de dúnamis, palabra griega de la cual se deriva el término dinamita en el castellano moderno. ¡Es raíz de la palabra «dinamita»!
Puesto que el evangelio es la fuerza de Dios, no se necesita de otra energía adicional. Según la Nueva Concordancia de Strong, ‘dúnamis’, significa “potencia, movimiento, poder generador o capacidad para producir cambios”. Thayer: poder que reside en una cosa por virtud de su propia naturaleza… dunamis tou theou es una frase que se usa para referirse al poder divino cuando éste es considerado en su acción sobre las mentes de los hombres.
¿La “dinamita” puede ser utilizada como una ilustración del poder del evangelio? La dinamita destruye, en cambio la dúnamis de Dios salva. Sin embargo, se puede responder positivamente a esta inquietud: “En este caso la “dinamita” destruye las fuerzas del “viejo hombre” y desata la más grande liberación en nuestras vidas. Es el medio divino para la salvación de todo aquel que tiene fe. La fe a la cual Dios se refiere está definida en Hebreos 11:1.” ¡Dejemos, pues, que ésta sana ‘dinamita’ estalle… en nuestras vidas!
Esta declaración (Romanos 1:16-17) explica cual es la razón que impulsa a Pablo a predicar el evangelio. La carta a los Romanos fue escrita para presentar el evangelio del Señor Jesucristo. Es la verdadera proclamación de Jesús como Rey y Señor del mundo y de Roma, en particular. Lo que ocurrió en aquellos hechos relacionados con el Mesías no fue una casualidad y resultado imprevisto de las circunstancias sino que fue el cumplimiento del plan y propósito de Dios.
En 2 Timoteo 1:5-11, Pablo enseña a Timoteo varias razones por las que el joven no debía avergonzarse. Porque:
- Los creyentes (su abuela y su madre) formabaron a Timoteo (v. 5)
- Ellas fueron las que enseñaron a Timoteo las Sagradas Escrituras (1 Timoteo 3:14-15)
- Dios lo había capacitado (v. 6)
- Dios vence todo temor (vs. 7-8)
- Dios le había encargado el evangelio de poder (vs. 9-11)
2 Timoteo 1:8 se señalan dos posibles motivos de vergüenza por parte de Timoteo:
- La vergüenza “de dar testimonio de nuestro Señor”
- La que surgía del encarcelamiento de Pablo.
2 Timoteo 1:9. “El nos salvó y nos llamó con llamamiento santo…” Lo maravilloso del evangelio se nota en las varias afirmaciones que hace Pablo en este versículo. La Salvación no termina cuando uno confía en Cristo; ¡apenas ha comenzado! Es una vida de crecimiento según el modelo de Cristo.
- Salvación en el tiempo pasado como acción finalizada: 2 Timoteo 1:9; Tito 3:5.
- Salvación en el tiempo presente como un proceso continuo durante toda la vida del creyente: Hechos 2:27; I Corintios 1:18; 15:2; 2 Corintios 2:15.
- Salvación como una consumación futura: Mateo 10:22; Romanos 5:9-10; 10:9,13; I Corintios 3:15; 5:5; 1 Timoteo 4:16.
“…no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.” ¡Dios tomó la iniciativa! La salvación no está basada en nuestros logros sino en el propósito soberano de Dios (Romanos 8:28; 9:11; Efesios 1:11). Está basada en su gracia o favor soberano. Y si es por gracia, no puede ser por obras. No se gana por méritos humanos (Efesios 2:8-10; Tito 3:4-5). Sin embargo, debemos manifestar nuestra fe por las obras. La gracia precede a nuestras obras, porque idealmente ya éramos sus objetos antes que empezaran a transcurrir “antes de los tiempos de los siglos.”
Efesios 1 habla claramente del propósito eterno del Dios Eterno. Desde el principio del tiempo el amor de Dios ha estado buscando a los hombres y ofreciéndoles Su gracia y perdón.
2 Timoteo 1:10. “pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús.”
La palabra que Pablo usa para “aparición” (griego: epifáneia) indica el propósito de la primera venida de Jesucristo (Romanos 3:21; 16:25-27; 1 Corintios 1:26). Por medio de toda la primera venida (desde su concepción hasta su coronación) se reveló la gracia de Dios.
“…el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.”
Cuando Pablo escribió que Jesús “quitó la muerte”, no quería decir que la eliminó. Los humanos siguen experimentando la muerte física. El verbo que Pablo utiliza (griego:katargeo) tiene varios sentidos: “hacer inefectivo”, “impotente” o “inútil” (Romanos 3:3, 31; 4:14; 6:6; 7:2, 6; 1 Corintios 1:28; 2:6; 13:8, 10, 11; 15:24; 2 Corintios 3:7, 13). Se nota que fue “quitado” a través del sacrificio y resurrección de Cristo (1 Corintios 15:26). Para el creyente la muerte física es simplemente “dormir” en Cristo. La esperanza que tenemos es la resurrección para recibir el “cuerpo glorioso (Filipenses 3:21).
“…nuestro Salvador Cristo Jesús” “Salvador” es el título en el Antiguo Testamento para YHWH (Salmos 106:21; Isaías 43:3, 11, 15, 21; 49:26; 60:16; 63:8; Oseas 13:4). En el Nuevo Testamento, se le atribuye al Mesías (Lucas 2:11; Juan 4:42; 13:23; Efesios 5:23; Filipenses 3:20; I Juan 4:14;). En las Epístolas Pastorales se usan:
- A Dios: “Dios nuestro Salvador” (I Timoteo 1:1; 2:3; 4:10; Tito 1:3; 2:10; 3.4)
- A Cristo: “Nuestro Salvador” (2 Timoteo 1:10; Tito 1:4; 2:13; 3:6)
Cristo Jesús ha sido revelado como “nuestro” Salvador porque expresa el propósito de Dios de salvar (2 Corintios 5:19).
2 Timoteo 1:11. “De este evangelio yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles.”
Como “predicador” (griego: kerux) significa “heraldo” (griego: kerusso = proclamar), Pablo anuncia y proclama en voz alta ese evangelio. Como predicador, apóstol y maestro, Pablo ha sido comisionado divinamente.
- El heraldo anuncia los mensajes de Dios contra los pecados del pueblo, habla del juicio venidero y ofrece la esperanza futura del gran día del Señor.
- El apóstol trasmite fielmente la Palabra recibida.
- El maestro guía la gente en la sabiduría y la verdad por medio de la rectitud de su vida.
2 Timoteo 1:12. Debido al cumplimiento de la tarea de apóstol de Jesucristo, Pablo sufrió en la terrible prisión romana pero dice: “No me avergüenzo.” ¿Por qué? El apóstol explica: “… y yo estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”. Pablo habla de aquello que él le ha confiado a Dios y exhorta a Timoteo a salvaguardar el depósito que Dios le ha confiado.
¿Qué significa “mi depósito”? La palabra original es paratheke. Barclay explica: “Uno podía depositar algo confiándoselo a un amigo para que lo guardara para sus hijos o seres amados; podía depositar sus objetos de valor en un templo para que se los mantuviesen a salvo, porque los templos eran los bancos del mundo antiguo.”
7Barclay, pág. 181
Es que este depósito lo guarda no Pablo, sino Dios (en Cristo). Pablo dice que él le ha confiado un depósito a Dios. Quiere decir: “Yo y mi completa salvación” que le ha confiado tanto su trabajo como su vida.
2 Timoteo 1:13. “Reten la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.”
“En amor”. El espíritu con el cual el encargo debía ser observado (1 Corintios 13:4–8)
2 Timoteo 1:14. “Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.”
Pablo acaba de describir el evangelio (vs. 9-10) y en el v. 11 habla de sus responsabilidades al respecto. Es evidente su preocupación por la conservación del mensaje (vs. 13-14). El “buen depósito” es, por supuesto, el evangelio tomado en su sentido más amplio. Consiste en “las sanas palabras” que Timoteo ha oído de Pablo. Esto es bueno porque pertenece a Dios y resulta en su gloria para la salvación de los que la aceptan por gracia soberana.
2 Timoteo 1:15-18. Tristeza y gozo
Recibimos las noticias de Pablo que todos están en Asia y dice “se apartaron de mí, entre los cuales están Figelo y Hermógenes”. Con toda probabilidad habían sido retenidos por el temor. No sabemos nada de ellos más que los nombres. Sin embargo, parece que hubo una excepción significativa. Con cariño y entusiasmo Pablo menciona a Onesíforo.
Por eso Pablo continúa: “Que el Señor le conceda misericordia en aquel día.” (v. 18). Entonces Timoteo debía mostrar una firmeza, lealtad y valor similares.